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Josh: “Quiero escapar de Hong Kong”

Josh es un periodista homosexual que tiene miedo a lo que pueda pasar
en el futuro porque día a día va perdiendo libertad y autonomía.

TEMPORADA 1
Enero, 2013 · Hong Kong · China
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Josh: «Quiero escapar de Hong Kong»

TEMPORADA 1
Enero, 2003 Hong Kong · China

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Trabajar como periodista en Hong Kong resultaba muy excitante. Hace unos años había una competición entre los medios de comunicación por ser los primeros en llegar al lugar del suceso, los periodistas podían escuchar la radio de la policía para cubrir las noticias inmediatamente. Quién llegaba el primero y tenía la imagen de la noticia, era el ganador.

Josh tiene 45 años y está acostumbrado a trabajar a contrarreloj, su oficina de trabajo es una moto sobre la que espera impaciente la noticia para llegar rápidamente a tomar las primeras imágenes. Sin embargo, su oficio ha perdido adrenalina estos últimos años desde que el Gobierno ha introducido los sistemas digitales en la policía y ha negado el código de acceso a los periodistas.

«El Gobierno dice que este cambio se ha hecho por seguridad, ¿seguridad para quién?»

Gracias a la radio, los reporteros podían escuchar a la policía y conocer las noticias al mismo tiempo para poder reaccionar, e incluso llegar antes que ellos al lugar de los hechos. Esto ha cambiado y los periodistas cuentan con escuetos teletipos publicados a través del Departamento de Servicios de Información, que informan del lugar y hora del suceso sin más detalles significativos.

Generalmente se publica la información del suceso mucho después de que haya sucedido y cuando Josh llega con la moto ya es demasiado tarde, la policía ya ha estado allí y ha limpiado la zona antes de que pueda hacer su trabajo. Hong Kong parece una ciudad segura, apenas se habla de violaciones o asesinatos, cuando antes se escuchaban en la radio de la policía.

«El Gobierno intenta controlar a la gente lo que puede decir, cada vez se parece más a China»

En Hong Kong los cambios que se están produciendo son lentos y muy silenciosos. Desde que la ciudad volvió a formar parte de China en 1997, Josh ya no puede escuchar la radio de la policía y la wifi pública que provee el Gobierno, a diferencia de las compañías privadas, bloquea algunas páginas web que contienen la palabra «gay», aunque no tengan ningún contenido sexual.

Josh como homosexual siente una gran inseguridad por lo que pueda pasar más adelante. Paso a paso las cosas van cambiando en la ciudad y teme que llegue la censura de China, donde no está permitido que los ciudadanos utilicen las redes sociales como Facebook, Twitter y Youtube.

«Tengo miedo a lo que pueda pasar en Hong Kong en el futuro»

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“Tengo miedo a lo que pueda pasar
en Hong Kong en el futuro”.

En la ciudad también han aumentado las desigualdades en los últimos años, actualmente es la ciudad desarrollada con más desequilibrios de renta del mundo, el precio de los alquileres es desorbitado y muchas personas se ven obligadas a vivir con malas condiciones en escasos metros cuadrados.

Josh vive en Sham Shui Po, un barrio muy masificado conocido por su mercadillo al aire libre de dispositivos electrónicos, donde las casas son tan estrechas y pequeñas, que algunas personas por falta de espacio se ven obligados a estudiar o descansar en las cadenas de comida rápida.

«La gente de Hong Kong son como esclavos modernos», dice Josh. Trabajan diez horas al día para hacer crecer el país, pero no tienen ningún tipo de calidad de vida.

No tienen tiempo para hacer vida familiar: llegan a casa, miran la tele y se van a dormir para despertarse y volver a ir a trabajar al día siguiente. El aire de la ciudad tampoco es bueno, hay mucha gente, muchos coches, mucho ruido. Su barrio es como una jungla de hormigón, no hay ningún tipo de vegetación urbana.

«Cuando miro por la ventana sólo veo edificios»

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“Cuando miro por la ventana sólo veo edificios”.

Su relación con la sociedad de Hong Kong tampoco es muy positiva, ser homosexual hace que la gente se aparte de su lado y no pueda ser honesto con su propio entorno de amigos.

Josh se siente rechazado por sus amistades y asfixiado por la incertidumbre de los cambios que se pueden producir en Hong Kong, donde cada día hay menos libertades, para los periodistas y ciudadanos, desde que la ciudad ha vuelto a formar parte de China.

«Espero poder escapar de Hong Kong»

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“Espero poder escapar de Hong Kong”.

Agradecimientos: Marie Chantal.

Autores: Ana Salvá / Joan Planas