Whang Od: la tatuadora kalinga
TEMPORADA 1
Diciembre, 2012 Buscalan · Filipinas
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Buscalan es una aldea que se encuentra escondida en una montaña de la isla Luzón, caminar una hora por senderos traicioneros es la única forma de llegar a este pueblo de Kalinga.
Probablemente si no estuviera tan escondido sería un nido de turistas. Y no sólo por el lugar. Sus valles y las terrazas de arroz de regadío son espectaculares, pero son muy similares a los otros pueblos de la Cordillera a los que llega el transporte público.
Los turistas prefieren superar estos obstáculos hasta llegar a Buscalan para conocer a la tatuadora Whang Od, una de las ancianas más mayores de la tribu que no sólo se hizo famosa después de aparecer en un reportaje en National Geographic, sino porque el día que ella muera una parte importante de la cultura de la tribu se va a desvanecer también.
Whang Od tiene 92 años y es la última tatuadora de la tribu kalinga, una práctica milenaria que se utilizaba como lenguaje natural de la piel y se transmitía de generación en generación. Sin embargo, Whang Od no ha tenido ningún hijo al que dejar como herencia su arte, perdió a su novio cuando tenía 25 años y no ha vuelto a tener una pareja desde entonces.
En la cultura de la tribu el tatuaje simboliza belleza en las mujeres y valentía en los hombres,»si no tienes un tatuaje no eres un verdadero guerrero» dice Whang Od. Quienes llevan un águila en el pecho cortaron la cabeza de uno de sus enemigos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
“Antes de hacerles un tatuaje mostraban la cabeza del enemigo y después de celebrar su victoria, les hacíamos un tatuaje para que quedara constancia de quién lo hizo.”
El tatuaje kalinga antes se realizaba únicamente después de la guerra y la victoria, era una cultura de intercambio que no requería tener dinero. Ahora, sin embargo, se tiene que pagar por los tatuajes porque el dinero se ha hecho necesario en la tribu para pagar la electricidad o la compra de cerdos y gallinas.
Desde hacía años en la tribu no se daba excesiva importancia a la cultura del tatuaje, prácticamente desaparecida, hasta que llegaron los primeros extranjeros a Buscalan. Un periodista fue quien hizo ver a Whang Od que debía formar a la nieta de su hermana para ser la próxima tatuadora kalinga y no dejar morir la tradición, sin embargo, estudia ingeniería informática en la universidad, lejos de Buscalan como muchos otros jóvenes porque en la aldea sólo se pueden realizar los estudios más básicos.
Algunos niños intentan aprender a hacer tatuajes viendo cómo lo hace Whang Od, sin embargo, ella considera que la futura artista tiene que ser de su familia.
Una vez visto el negocio con los extranjeros, en Buscalan se han puesto manos a la obra los últimos meses. La Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas ha impuesto una cuota de medio ambiente a los visitantes que cobran los mismos lugareños.
La familia de Whang Od, por su parte, ha colgado un cartel en la puerta de su casa como indicación para los turistas perdidos, a los que les da alojamiento y comida de forma gratuita. Sabe que después llegan los tatuajes, por los que cobra a partir de 500 pesos filipinos, que es mucho dinero en su aldea.
La casa de Whang Od es bastante modesta, pero es una de las mujeres más ricas de la tribu gracias al dinero de los tatuajes y tiene más animales que muchos de sus vecinos.
Charlie Pan-Oy, que es un vecino más de la aldea, ha hecho buenos negocios con los turistas que llegan a Buscalan para hacerse un tatuaje. Se dedica a vender marihuana y les ofrece dormir en su casa cuando no hay espacio en la de Whang Od, a cambio de que le compren algo de fumar. Su choza es mucho más lujosa que la de Whang Od, tiene televisión con deuvedé y su hijo pequeño moja el café con bollos industriales comprados fuera de la aldea, algo que no es habitual porque el pueblo más cercano está a más de una hora a pie montaña abajo.
La casa de Whang Od tiene dos plantas y es en la parte superior, en una habitación repleta de fotografías que le han hecho los reporteros que han llegado hasta Buscalan, donde duermen los invitados en el suelo con esterillas. Su hermana vive en la habitación contigua, mientras que Whang Od vive en la planta de abajo y descansa en un rincón entre el comedor y la cocina.
Los tatuajes Kalinga ya no se hacen de acuerdo a la tradición, sin embargo, el material que se utiliza para hacer los tatuajes es el mismo con el que se realizaban los antiguos guerreros. Whang Od utiliza un cuenco de coco para mezclar el agua, carbón y patata dulce con la que da textura a la mezcla. También utiliza una rama de calamansi, la lima filipina, y una aguja de espina unida al extremo de un palo de bambú.
Los clientes pueden elegir dónde tatuarse, sin embargo, el diseño lo decide ella, o bien deja escoger entre uno de los dibujos de sus brazos.
“El águila es para los guerreros, no para los turistas o cualquier otra persona que no deba ser respetada por la comunidad.”
Quienes recorren un largo camino para llegar a Buscalan se sienten orgullosos de llevar en su piel el arte de una cultura milenaria que está muy cerca de desaparecer en la tribu y Whang Od no tiene intención de dejar de hacer estos tatuajes todavía.
“La felicidad para mí es poder vivir hasta los 100 años haciendo tatuajes. Estoy encantada de que vengan a mi casa gente de varias partes del mundo a visitarme y tatuarse, le dan sentido a mi vida”.
Agradecimientos: Maki, Eyal Arad y Dror Benyossef.
Lee la historia en inglés gracias a la traducción de The Tangible Dream
Autores: Joan Planas / Ana Salvá